"El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices." (Oscar Wilde)

lunes, 1 de septiembre de 2014

Adquisición de hábitos relacionados con la higiene



Tal como señalamos al principio de este capítulo, unas de las acciones dirigidas a cubrir las necesidades de higiene en los primeros años de vida por parte de los educadores y educadoras infantiles serán las dirigidas a instaurar hábitos de autonomía en relación a la higiene personal y ambiental. 

La adquisición de este tipo de hábitos, además de favorecer la higiene personal, favorecerá, por un lado, una adecuada autoimagen y, por otro,  la aceptación y la relación con los demás. De este modo, las actividades relacionadas con la higiene deben plantearse y repetirse diariamente, para que niños y niñas interioricen paulatinamente dichos hábitos.

Análisis de estrategias educativas de creación y mantenimiento de hábitos relacionados con el control de esfínteres

La adquisición del control de esfínteres  supone un aprendizaje complejo en el que se conjugan una maduración fisiológica necesaria, un dominio del equilibrio postural y una motivación y disposición afectiva adecuada, ya que, en cuanto a esto último, es un proceso que niños y niñas pueden utilizar para obtener atención complementaria por parte de los adultos. Es importante, por tanto, que el adulto tenga paciencia durante este proceso, resultando fundamental una buena coordinación entre la familia y la escuela.

Hay que tener presente que cada niño/a sigue su propio ritmo en cuanto a la adquisición del control de esfínteres, aunque generalmente este control suele iniciarse en torno a los dos años y finaliza alrededor de los cuatro años y medio (tanto control diurno y nocturno de las heces y la orina).



La adquisición de este hábito supone un doble aprendizaje. Por un lado, se debe aprender a reconocer las necesidades y cómo satisfacerlas, partiendo de la comprensión del funcionamiento del cuerpo. Por otro lado, se debe aprender los pasos que se han de dar en el proceso de evacuación (uso del inodoro, lavado de manos, etc.)

A la hora de iniciar el aprendizaje del control de esfínteres, es muy importante elegir el momento adecuado para ello. De este modo, esperaremos a que el niño o la niña tengan la madurez suficiente, sepan reconocer y expresar que están mojados/as o sucios/as, puedan desvestirse por sí mismos/as, no existan situaciones de enfermedad o cambio vital (cambios familiares, cambio de residencia, etc.), se pueden sentar y levantar del inodoro u orinal, etc.

Por otro lado, tanto los educadores/as como madres y padres deben respetar el ritmo del niño o niña, convirtiéndose en figuras de apoyo y refuerzo y evitando castigar los fracasos. Además, deben procurar vestir a los niños y niñas con ropa de fácil manipulación y estar pendientes de los gestos y comportamientos que indiquen la necesidad de defecar u orinar.

El procedimiento para la adquisición del control de las heces y el pis diurnos es bastante similar. Se puede destacar los siguientes aspectos:

  • En primer lugar, ayudarle a reconocer sus necesidades y el funcionamiento de su cuerpo antes de iniciar el proceso.
  • Emplear un inodoro adaptado a la talla del los niños/as. También se puede comenzar utilizando el orinal para pasar después al inodoro.
  • Empezar a establecer una rutina: sentar al niño o la niña en el orinal o inodoro cada dos horas aproximadamente o cuando detectemos que tiene la necesidad de evacuar y explicarle detenidamente lo que tiene que hacer. También es conveniente sentarlos todos los días a los mismas horas.
  • En ocasiones, el niño o la niña avisarán una vez se han hecho sus necesidades encima o directamente no avisarán. En cualquier caso, los sentaremos igualmente, para que asocien la evacuación con el orinal o el inodoro. Restaremos importancia al intento fallido y les cambiaremos la ropa.
  • En el caso de que hagan pis o caca les felicitaremos y mostraremos nuestra satisfacción. Si lo han hecho en el orinal, les acompañaremos a tirar las heces o la orina por el retrete y tiraremos de la cadena.
  • Progresivamente iremos dando más autonomía e iremos supervisando que se haga correctamente todo el proceso. De este modo, les invitaremos a ir solo/as al baño, les enseñaremos a utilizar el papel higiénico, a subir y bajar la tapa del retrete, a no mojarse ni mancharse, a tirar de la cadena y a lavarse las manos y subirse la ropa una vez acabado. Estas acciones son ya propias del segundo ciclo de educación infantil.
  • Según vayan teniendo éxito en el proceso se irá retirando el pañal.

En cuanto al control de la micción nocturna:

  • Se iniciará su aprendizaje una vez se haya controlado la micción diurna, alrededor de los tres o cuatro años.
  • Se sentará al niño o la niña en el inodoro antes de dormir y nada más levantarse.
  • Es importante que no beba mucho líquido antes de ir a dormir.
  • Aprovecharemos los meses de verano para empezar a quitar el pañal por la noche.
  • Cuando se haga pis en la cama, se le cambiará de ropa y  se cambiará la ropa de cama, haciéndole participar de este modo de las molestias que supone orinarse en la cama.
  • Poco a poco irá adquiriendo el hábito de llamar para orinar por la noche. Es un proceso que requiere mucha paciencia por parte del adulto, y al igual que se ha explicado anteriormente, es fundamental no recriminar que moje la cama, ya que la tensión emocional asociada a este proceso no es conveniente.


Análisis de estrategias educativas de creación y mantenimiento de hábitos relacionados con el aseo corporal y el vestido

En este sentido, se pretende que niñas y niños no solo entiendan la importancia que tiene la higiene para su salud y su imagen personal, sino que lleven a cabo de forma cotidiana rutinas de higiene, tanto en la escuela como fuera de ella.

Aseo personal
Objetivos
Actividades
·         Valorar la importancia de una correcta higiene corporal
·         Lavarse cara y manos
·         Bañarse y secarse solo/a
·         Limpiarse correctamente la nariz.
·         Autonomía en el control de esfínteres
·         Correcto uso del inodoro
·         Canciones, poesías, etc. en las que se haga referencia a las diferentes partes del cuerpo de manera sencilla y a cómo mantenerlas limpias
·         Elaboración de fichas relacionados con el aseo personal
·         Demostración de cómo se realiza el lavado y secado de manos y la limpieza de la nariz
·         Explicación de cuándo es necesario realizar el lavado de manos
·         Seguimiento y apoyo del control de esfínteres
·         Supervisión en el aula del lavado de manos después de ir al inodoro y antes de las comidas
·         Juegos simbólicos en relación a aspectos de higiene
Higiene bucodental
·         Realizar correctamente el cepillado de dientes
·         Reconocer el momento de lavarse los dientes
·         Reconocer los alimentos que dañan los dientes  
·         Demostraciones de cómo se realiza el cepillado dental
·         Programación del lavado de dientes después de las comidas y antes de acostarse
·         Realización de fichas, carteles, juegos canciones, etc. en relación al cepillado de dientes.
Higiene del vestido y los objetos personales
·         Vestir y desvestirse solo/a
·         Mantener la ropa limpia y aseada
·         Colocar la ropa y los objetos personales en su sitio, tanto en casa
·         Identificar algunos materiales que ensucian
·         Responsabilizarse de sus objetos personales
·         Practicar el abrochado de las prendas de vestir (velcro, corchetes, botones, cremalleras)
·         Aprender a ponerse los zapatos, subir y bajarse los pantalones, faldas, etc.
·         Organizar su bolsa o mochila escolar
·         Colocación de los abrigos y otros objetos personales en los percheros, zapateros, etc.
·         Realización de fichas, carteles, juegos canciones, etc. en relación al cuidado de la ropa y objetos personales
·         Jugar con materiales que ensucian y aprender a poner cuidado (pinturas, ceras, tizas, etc.)


Análisis de estrategias educativas de creación y mantenimiento de hábitos relacionados con la higiene ambiental

Por último, los hábitos de higiene no solo se tienen que restringir al aseo y el arreglo personal, sino que deben ampliarse al contexto, desarrollando actitudes y comportamientos conducentes a una adecuada higiene ambiental, a través de rutinas y juegos. En este sentido, hablamos del cuidado del aula, de la casa, del entorno urbano y del medio ambiente en general.


Los objetivos que se plantean con niños y niñas en relación a la higiene ambiental son los siguientes:
  • Recoger los juguetes y materiales de clase después de utilizarlos.
  • Cuidar el material de clase y los juguetes.
  • Usar las papeleras y no tirar desperdicios al suelo.
  • Mantener limpios los espacios de aseo.
  • Aprender que un entorno limpio y ordenado favorece una buena salud.
  • Adoptar un comportamiento respetuoso hacia sus plantas, animales, ríos, etc.
  • Empezar a practicar acciones de reciclado.
  • Valorar la importancia del ahorro de agua.
 

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