"El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices." (Oscar Wilde)

martes, 2 de septiembre de 2014

La actividad y el descanso en la escuela infantil



La escuela infantil se deben establecer unos tiempos de actividad y de descanso equilibrados, en los que, además de atender las necesidades de niños y niñas, se procure un ambiente de seguridad, confianza y estabilidad. De este modo, el horario del centro infantil se ha de confeccionar combinando entre sí actividad y  descanso de forma coherente, teniendo en consideración las curvas de atención y fatiga.


Organización de la actividad: importancia de los ritmos individuales y del equilibrio entre la actividad y el descanso

Una buena organización, en la que se tenga en cuenta los distintos ritmos individuales y las características de las actividades, es indispensable para un adecuado rendimiento en la escuela, ya que el esfuerzo y la atención se encuentran directamente influidos por el equilibrio entre los tiempos dedicados al descanso y los tiempos dedicados a la actividad.

No siempre que se habla de descanso se hace referencia al reposo físico, pues los niños y niñas pueden descansar también de una forma más dinámica, cambiando de actividad de forma regular. Por este motivo, educadores y educadoras deben diversificar el tipo de actividades que llevan a cabo durante la jornada en la escuela, alternando actividades que exijan más desgaste físico o atencional con actividades más tranquilas y lúdicas. Lo que es importante resaltar es que el mero hecho de cambiar de actividad retrasa la aparición de la fatiga.

Aunque cada niño/a tiene su propio ritmo, se pueden plantear unas pautas generales en relación a la organización de actividades, como son:

  • Planificar el trabajo respetando los ritmos individuales, ya sean por aspectos madurativos o emocionales.
  • Tener en cuenta que las horas con mayor disposición atencional son las primeras horas de la mañana, que son las que utilizaremos para actividades que supongan mayor esfuerzo cognitivo. Del mismo modo, a lo largo de la tarde es conveniente ir reduciendo el nivel de actividad para evitar un exceso de excitación que dificulte la hora del sueño.
  • Adecuar el trabajo al nivel de desarrollo de niños y niñas, lo que facilitará que no aparezca la fatiga, la frustración o el aburrimiento.
  • Evitar actividades demasiado esti­mulantes momentos antes de ponerles a dormir, optando por actividades tranquilas que contribuyan al relax de niños y niñas.
  • Alternar actividades de adquisición de hábitos con actividades de juego y trabajo lúdico.
  • Establecer un horario estable en el que se repitan diariamente las mismas rutinas.
  • Evitar actividades de excesiva duración, ya que esta circunstancia incrementa la fatiga. Según se avance en el crecimiento se podrán proponer actividades más duraderas, intentando no sobrepasar en ningún caso los cincuenta minutos de duración aproximada.
  • Realizar pequeñas pausas entre actividad y actividad (5 ó 10 minutos), que propicien momentos de relajación.
  • Poner a dormir o descansar a niñas y niños después de las comidas.
  • Conocer los horarios que los niños y niñas tienen en casa, así como los ritmos de alimentación y sueño, objetos transicionales, etc. Esto ayudará a planificar mejor nuestras actividades.
  • Aunque se dedicará atención personalizada, se plantearán pautas generales para todo el grupo, que sirvan de referencia y faciliten que niños y niñas tengan claro lo que se espera de ellos/as.
 
Análisis de las rutinas en la organización del tiempo

Para que niñas y niños desarrollen una actitud favorable frente al descanso es importante mantener un horario controlado y estable a base de rutinas, ya que la repetición de las actividades fomentará una buena disposición hacia el descanso. Así, por ejemplo, la secuencia repetida de acciones tales como cenar, lavarse las manos, cepillarse los dientes, preparar los objetos para dormir, contar un cuento, etc., facilitan el momento de dormir.

RECUERDA QUE
La imitación conlleva a que el niño o la niña quieran dormirse, ya que verán dormir a sus compañeros y compañeras.

Las rutinas son fundamentales, tal como vimos en el capítulo primero de este libro, para facilitar el proceso de adquisición de hábitos, pero también sirven para:
  • Estructurar el tiempo, fijando la sucesión de acciones, lo cual da seguridad a niños y niñas.
  • Propician la autonomía personal
  • Crean relaciones de orden y causalidad.
  • Favorecen la interiorización de normas y la comunicación con el entorno.
  • Así, una jornada en la escuela infantil se puede dividir en función de las rutinas del siguiente modo:






Determinación de instalaciones y materiales para el descanso de los niños y niñas

Los espacios y materiales destinados al sueño juegan una función relevante a la hora de conseguir buenos hábitos de descanso, por lo que deben estar adaptados a las necesidades a las necesidades de niños y niñas. 

En relación a las instalaciones y materiales para el descanso tendremos en consideración los siguientes aspectos:
  • El espacio para dormir tiene que ser adecuado y acogedor, con un orden que evite la estimulación y los elementos distractores. Es conveniente que el orden de estos espacios sea reconocible por niños y niñas, lo que favorecerá su disposición al descanso al entender que dicho orden es el de dormir.
  • Los lugares de descanso deben ser amplios, tranquilos y bien ventilados, separados de las aulas donde haya actividad y libres de ruidos.
  • En el caso de los lactantes, habrá una habitación con cunas contigua al aula, que quede aislada de ruidos externos pero que facilite la observación de los niños y niñas que están durmiendo.
  • Es importante que los espacios para dormir tengan una temperatura adecuada y una iluminación que pueda variar de intensidad, incluyendo luz indirecta. En el momento de despertarse habrá que hablar suavemente al niño o niña e ir aumentando gradualmente el nivel de ruido y la intensidad de la luz.
  • Las cunas, colchones, hamacas y demás soportes que se utilicen para el descanso deberán estar homologados y ser lo más seguros posibles. Además facilitarán el acceso a los niños y niñas (accesos laterales de las cunas, cierres fáciles de quitar, etc.).
  •  Se dispondrá de ropa de cama (sábanas, mantas, cubrecolchón, chichonera, etc.) limpia y confortable.
  • Para acostarse es necesario descalzarse. Es conveniente, a su vez, que la ropa que use el niño o la niña para dormir garantice la libertad de movimientos, sea cómoda y sea de material transpirable.
RECUERDA QUE
Además de los rituales de antes de dormir, unas instalaciones bien acondicionadas también favorecen el sueño.
 

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