La enfermedad, que es inherente a la vida, se define como una alteración
orgánica o funcional que afecta a la salud de una persona en cualquiera de sus
dimensiones (física, psíquica o social). La infancia es un periodo crítico en
la cual existe un notable propensión a enfermar.
El Observatorio de la Infancia, en colaboración con el Ministerio de Sanidad
y Política Social español y la Universidad Complutense de Madrid, recogió en el
2007 los datos de la intervención sanitaria realizada en los hospitales para
estudiar la morbilidad en la población infantil de 0 a 14 años. El resultado
obtenido indica que la mitad de las enfermedades durante este periodo de edad
son las que afectan al aparato respiratorio, las enfermedades perinatales y las
enfermedades del aparato digestivo. También tiene una gran incidencia las
lesiones y envenenamientos y las enfermedades infecciosas y parasitarias
http://www.observatoriodelainfancia.msssi.gob.es/documentos/laInfanciaCifrasdic2011.pdf (La
Infancia en Cifras)
Por otro lado, la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de
Estadística (INE) en el 2012 arroja unos datos similares.
http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t15/p414/a2012/&file=pcaxis (Encuesta
de morbilidad hospitalaria. Instituto Nacional de Estadística)
Según su patrón epidemiológico las enfermedades se pueden dividir en enfermedades transmisibles y no
transmisibles. Las primeras, que son las que abordaremos con profundidad en
este capítulo, se las denomina también enfermedades infecciosas y muchas de
ellas son propias de la infancia. Están causadas por la penetración en el
organismo de diferentes microorganismos y se caracterizan por su capacidad de
contagio. Las enfermedades transmisibles son más frecuentes en países en
proceso de desarrollo, donde padecen peores condiciones higiénicas y escasas
los recursos sanitarios.
En cuanto a las enfermedades no transmisibles, de las cuales se
desconocen en muchos casos las causas, son las enfermedades que mayor mortalidad
causan en la población general y suelen estar asociadas en muchos casos a
estilos de vida poco saludables. Ejemplos de estas enfermedades son el cáncer,
la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades
bucodentales, las enfermedades congénitas o las alergias.
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