Los
problemas asociados al sueño en niños y niñas son bastante comunes (30% de
niños y niñas de menos de 5 años). En ocasiones, están causados por aspectos
circunstanciales o transitorios como la dentición, el hambre, la falta de
higiene o la sobreexcitación. En otros casos, estas alteraciones o trastornos
pueden ser más duraderos debido a conflictos emocionales o alteraciones fisiológicas.
La evidencia
científica acerca de los trastornos del sueño indica que la importancia de este
tipo de trastornos reside de la influencia negativa que tienen en el desarrollo físico, cognitivo, emocional
y social de niñas y niños.
A
continuación abordaremos los trastornos del sueño más comunes en la infancia
tomando como referencia la Clasificación Internacional del Manual Diagnostico y
Codificado de los Trastornos del Sueño (ICSD-2) propuesta en el 2005, surgida
del consenso de más de un centenar de especialistas del sueño y elaborada para
el manejo práctico en la Atención Primaria.
Tipos de
trastornos
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Clasificación
ICSD-2
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Trastornos asociados a la
dificultad para dormirse
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·
Insomnio
·
Síndrome de piernas inquietas
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Trastornos asociados a eventos
anormales durante el sueño
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·
Síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS)
·
Parasomnias:
o Sonambulismo
o Terrores del sueño o nocturnos
o Despertar confusional
o Pesadillas
·
Movimientos rítmicos relacionados con el sueño.
·
Bruxismo
|
|
Insomnio
El insomnio
hace referencia a la falta de sueño a la hora de dormir o a la tendencia a
despertarse varias veces durante la noche. En la infancia afecta
aproximadamente al 30% de niños y niñas durante los primeros cinco años de
vida. Los niños y niñas con insomnio suelen mostrar resistencia y vivir con
ansiedad el momento de acostarse, lo que provoca que la hora del sueño se
retrase y la presencia de múltiples despertares que hacen difícil el
mantenimiento del sueño.
Esta falta
de sueño repercute negativamente en el posterior funcionamiento diario. En este
sentido, el insomnio infantil se asocia a cambios de humor y de conducta,
irritabilidad, impulsividad y deterioro de funciones cognitivas, como la falta
de atención, disminución de la memoria, peor fluidez verbal, etc.)
Aunque el
insomnio puede estar desencadenado por factores orgánicos y conflictos
emocionales, la mayoría de casos en la infancia derivan de un mal aprendizaje
de hábitos de sueño y/o de una actitud inadecuada por parte de la familia y
educadores/as a la hora de establecer una buena higiene de sueño.
Entre los
tratamientos que resultan eficaces para combatir el insomnio en niños y niñas
podemos citar: la adopción de medidas de higiene del sueño y la reeducación de
los hábitos de descanso, las intervenciones psicológicas y las intervenciones
farmacológicas (este último se llevará a cabo cuando no funciones los
tratamientos anteriores).
Síndrome de piernas
inquietas
Es un trastorno neurológico, de etiología poco conocida, caracterizado
por la necesidad urgente de mover las piernas en situaciones de reposo, asociada
a una sensación desagradable que suele ser aliviada con dichos movimientos en
la mayoría de los casos.
Estas
molestias suelen aparecen por debajo de las rodillas y empeoran al final del
día, lo que provoca que cueste mucho iniciar el sueño y se produzca insomnio,
con todos los problemas asociados que éste conlleva.
El
tratamiento de este síndrome suele estar basado en el control de los aspectos
de la higiene del sueño y en aportes orales de hierro
Síndrome de
apnea-hipopnea obstructiva del sueño pediátrico (SAHS)
Hace
referencia a un trastorno respiratorio que se produce durante el sueño,
caracterizado por la repetición de episodios de obstrucción de las vías respiratorias
(durante 10 – 30 segundos) de forma completa (apneas) o parcial (hipopneas).
Estas
interrupciones pueden hacer despertar al niño o niña, impidiendo un descanso
reparador e incrementando la presencia de cansancio, irritabilidad, doleres de
cabeza y bajo rendimiento durante el día.
Sonambulismo
Es una
parasomnia de origen desconocido muy común en niños y niñas en edad escolar,
normalmente benigna y que se suele resolver con la edad aunque no se trate. Se
caracteriza por la repetición de una serie de conductas complejas sin ser
completamente consciente de lo que se está haciendo. Se producen en la fase de
sueño profundo (fases 3 y 4 del sueño No – REM) oscilando su duración de unos
segundos a minutos.
Ejemplos de
este tipo de conductas son que el niño o niña se levante de la cama, camine o
corra por la habitación o el resto de la casa, abra puertas, saque alimentos de
la nevera y se los coma, hagas sus necesidades fisiológicas, etc.
Durante el
transcurso de los episodios, los ojos se mantienen abiertos y se producen
murmuraciones ininteligibles. Es difícil que se despierte y no suele recordar
nada de lo sucedido a la mañana siguiente.
RECUERDA QUE
Aunque el sonambulismo es una alteración benigna, es
importante adoptar medidas de seguridad para evitar accidentes durante los
episodios.
Terrores del sueño o
nocturnos
Los terrores
nocturnos son una parasomnia caracterizada por episodios repetidos de despertar
brusco que se acompañan de llantos, gritos y miedo intenso. Se produce en la
fase 3 y 4 (sueño profundo), normalmente en el primer tercio del sueño
profundo. Suelen desaparecer con la edad.
Durante el
episodio, que suele durar unos minutos, el niño o niña no responde a la
estimulación externa. Aunque mantiene los ojos abiertos suele tener la mirada
perdida y tampoco parece oír lo que se le dice, ya que permanece dormido. A
diferencia de las pesadillas, no se suele recordar con nitidez el contenido del
terror al día siguiente, aunque se pueden evocar algunas imágenes de modo
fragmentado.
La
intervención ante estas situaciones se limita a permanecer con la niña o niño
en la cama para evitar que se caiga hasta que se acabe el episodio.
Despertarles puede provocar que se aumente la agitación. Tampoco se aconseja
discutir acerca del episodio al día siguiente, ya que puede provocar alguna
resistencia a la hora de ir a dormir.
Despertar confusional
Es un trastorno frecuente en niños y niñas menores de cinco años, en el
cual se produce un despertar durante la fase de sueño profundo provocando una
notable desorientación temporoespacial y
afectando al lenguaje y la memoria. Puede cursar también con un comportamiento
inapropiado, parecido a una rabieta.
Tanto el inicio como la finalización del despertar confusional se
producen de forma progresiva, pudiendo durar el episodio bastantes minutos. Es
aconsejable no tratar de consolar, ya que esta circunstancia empeora los
síntomas.
RECUERDA QUE
La parasomnias son trastornos caracterizados por
comportamientos o fenómenos fisiológicos anormales que se producen durante el
sueño o en las transiciones entre el sueño y
la vigila. La mayoría de los casos ocurren durante la infancia y son de
carácter leve.
Pesadillas
Las
pesadillas son ensoñaciones complejas que generan miedo y ansiedad. Se producen
en el sueño REM, habitualmente durante la segunda mitad del sueño nocturno, y generalmente
provocan que el niño o niña se despierten en alerta y con mucha angustia.
A diferencia
de los terrores nocturnos, el contenido de las pesadillas se recuerda
nítidamente, como si se hubiera realmente vivido, provocando en algunos casos
que niños y niñas no sepan diferenciar si ha ocurrido de verdad o ha sido tan
solo una pesadilla. Este recuerdo hace que, en algunos casos, se viva con
inseguridad o se rechace el momento de ir a dormir.
Cuando el
niño o niña sufren una pesadilla, se les puede ayudar de la siguiente manera:
- Tranquilizarles insistiendo que solo ha sido una pesadilla.
- Permanecer tranquilos para darles seguridad.
- Ofrecerles sus objetos de seguridad (peluches, mantitas, etc.).
- Comentar la pesadilla al día siguiente y no en el momento en el que se haya producido la pesadilla.
Movimientos rítmicos relacionados
con el sueño.
Este trastorno hace referencia al conjunto de movimientos repetitivos y
estereotipados de
algunas partes del cuerpo (cabeza, tronco o extremidades) o de todo el cuerpo.
Ocurre en la fase de adormecimiento y
se mantienen durante el sueño ligero, siendo un trastorno frecuente durante los
tres primeros años de vida.
Estos movimientos no son considerados patológicos a no ser que
interfieran en la calidad del sueño, en las actividades diarias o provoque
lesiones. Los movimientos más comunes suelen ser mover la cabeza hacia los
lados, mover y balancear todo el cuerpo de un lado a otro o golpear la cabeza
sobre la almohada.
Bruxismo nocturno
El bruxismo
nocturno es la acción involuntaria de apretar y rechinar los dientes durante el
sueño, causado por una acumulación de tensión en la zona mandibular, que indica
que el niño o niña padece de estrés y provoca el desgaste de los dientes. Es
una alteración que puede aparecer en la infancia, pero que suele desaparecer
por sí sola conforme se aumenta en edad.
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