En este
punto nos centraremos en las tareas relacionadas con el aseo corporal, en
cuanto a la correcta limpieza de todo el cuerpo (piel, uñas, pelo y órganos
sensoriales) que se ha de llevar a cabo diariamente, pues no solo previene
infecciones, sino que genera bienestar, como se ha indicado anteriormente. Los
aspectos relacionados con el vestido y el calzado los veremos de forma
específica en el apartado siguiente.
RECUERDA QUE
Es necesario lavarse bien las manos con agua y jabón a
la hora de realizar las tareas de aseo, especialmente en relación al cuidado
del bebé.
Aseo de
la piel: baño y ducha
Aunque
actividades como el baño o la ducha son propias del entorno familiar, los
educadores y educadoras infantiles se pueden encontrar con circunstancias en
las cuales deban responsabilizarse de estas tareas.
En término
generales, el objetivo del baño es mantener la piel limpia e hidratada, sin
olvidar que es un momento con un componente socioafectivo muy importante, en el
cual se afianza en vínculo con el adulto. Por este motivo es conveniente hacer
del baño un momento agradable y lúdico.
En el caso
del baño del bebé las pautas a
seguir son las siguientes:
- Antes de iniciar el baño, asegurarse que la temperatura de la habitación está entre los 21 y los 24 grados centígrados.
- Preparar todo el material necesario para el baño (bañera infantil, gel con pH adecuado, esponja natural, champú infantil, crema corporal, toalla, etc.)
- Asegurarse que el agua está a una temperatura entre 32 y 36 grados centígrados. Se debe utilizar un termómetro de baño o, en su defecto, el codo o la parte interior de la muñeca para comprobar que la temperatura es la apropiada.
- Introduciremos al bebé en la bañera sujetando con un brazo su cabeza, nuca y hombros, y con el otro brazo sus nalgas o tobillos. De esta forma evitaremos lesiones o accidentes.
- El procedimiento adecuado para bañar al bebé es utilizar un brazo para sujetar hombros y cabeza y usar la mano del brazo que queda libre para lavarlo. Procurar no prolongar el baño
- Lavaremos al bebé de arriba abajo, es decir, empezaremos por la cabeza, seguiremos por el pecho y las extremidades superiores y terminaremos por las piernas y pies. Para lavarle la espalda y las nalgas le giraremos ligeramente.
- Una vez lavado, sacaremos al bebé suavemente de la bañera y le taparemos rápidamente con una toalla, asegurándonos de cubrirle bien la cabeza, que es por donde los bebés pierden gran parte de su calor corporal.
- Secar bien todo el cuerpo a base de ligeros golpecitos con la toalla, ya que si frotamos podemos provocar irritaciones en la piel. Es importante secar bien todos los pliegues de la piel del bebé para evitar hongos y escoceduras.
- Finalmente, procederemos a aplicar crema hidratante por todo el cuerpo a base de suaves masajes.
En cuanto al
aseo, baño o ducha de niños y niñas hasta los seis años de edad deberemos tener
en cuenta:
- Seguir usando jabones y cremas con un pH adecuado, atendiendo además al tipo de piel (normal, seca o grasa).
- Hacer del baño un momento divertido. Cuando el niño o la niña ya se sostiene sentado se puede utilizar una sillita de baño para que tenga las manos libres y jugar con distintos juguetes de baño.
- Según se vaya creciendo iremos dejando más iniciativa a niños y niñas en el baño o ducha, asegurándonos que saben seguir las normas e instrucciones dadas y supervisando en todo momento el proceso. A partir de los seis años, ya se podrán duchar o bañar solos/as, aunque pueden seguir precisando ayuda para salir o entrar de la bañera, regular la temperatura, etc.
- Se deben extremar las precauciones para evitar accidentes
- Es recomendable tener un horario fijo para la ducha y el baño. La tarde/noche es un buen momento, ya que propicia un momento de relajación que facilita el sueño.
Higiene de ojos, nariz y oídos
Además del
aseo de la piel, es adecuado prestar especial atención a la higiene de los
órganos sensoriales. En la tabla siguiente se muestra un resumen con los
aspectos más importantes en relación a la higiene de ojos, nariz y oídos.
Higiene de
órganos sensoriales
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OJOS
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Con
el bebé debemos utilizar una gasa húmeda desde el lagrimal hacia afuera, llevando
hacia afuera las legañas que se hayan formado.
No
utilizar jabón y secar suavemente con una gasa o toalla.
Con
niños y niñas más mayores podemos limpiar los ojos directamente con agua.
Adoptar
otras medidas como el uso de luz adecuado, mantener una distancia adecuada
con el televisor o evitar la fatiga visual.
Someterse
de forma periódica a revisiones oftalmológicas.
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NARIZ
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Cuando
existe un exceso de mucosidad y no se elimina fácilmente se aplicará suero fisiológico y/o agua de mar en las
fosas nasales.
Para
eliminar los mocos que aún permanecen en las fosas nasales, utilizaremos un aspirador nasal.
Los
niños y niñas más mayores deben adquirir la costumbre de llevar pañuelos
limpios y aprender a limpiarse la nariz, además de no tocarse la nariz con
los dedos sucios.
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OIDOS
|
Se
ha de limitar a las zonas exteriores, pues el oído interno tiene su propio
sistema de limpieza.
No
debemos usar bastoncillos (sí acaso los que vienen provistos de un tope).
Para su limpieza se aconseja usar una gasa o toallita húmeda.
En
el momento del baño es importante que no se mojen los oídos del bebé.
En
niños y niñas más mayores, hay que evitar la entrada de agua en el conducto
auditivo, para lo cual hay que inclinar la cabeza hacia el lado que se está
limpiando.
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RECUERDA QUE
Además del aseo corporal completo, los niños y niñas
deben lavarse la cara por las mañanas y
lavarse las manos siempre que estén sucias y antes y después de cada comida.
Higiene bucodental
La higiene
bucal es conveniente iniciarla desde el nacimiento, aunque el bebé no tenga
dientes, pues es adecuado eliminar los residuos de leche materna o de fórmula y
evitar así infecciones o las caries de aparición temprana. En este sentido, se
deberá pasar una gasa humedecida por las encías después de cada comida y antes
de ir a dormir. Para ello, colocaremos
al bebé en posición horizontal ladeando su cabeza, abriremos su boca y con una
gasa húmeda y haciendo gancho con el dedo, procederemos a extraer los restos de
comida. Finalmente, con otra gasa limpia y húmeda limpiaremos la boca y los
labios.
A partir del
año y medio ya es apropiado iniciar el cepillado de dientes, especialmente
después de cada comida y antes de ir a dormir, utilizando siempre un cepillo y
una pasta dentífrica adecuados a la edad. Al principio el cepillado lo realizará el
adulto, hasta que el niño o la niña se interesen por el proceso y sean capaces
de realizarlo de forma autónoma.
Según el
niño o niña vayan ganando destreza irán mejorando la técnica del cepillado.
Cuando son muy pequeños se planteará un cepillado a partir de movimientos
circulares y pequeños. Después el cepillado se hará más preciso, limpiando
desde la encía hasta el borde del diente por ambos lados.
https://www.youtube.com/watch?v=zTEA6YxRHXw (Técnica de cepillado con cepillo
manual)
Higiene del cabello y uñas
Otro aspecto
importante del aseo corporal es el peinado. En bebés se hace imprescindible el peinado
diario del cabello después del baño, ya que evita o reduce la producción de
costra láctea, un exceso de grasa del cuero cabelludo. Utilizaremos un cepillo
de cerdas muy suaves o un peine con las puntas redondeadas. Además, evitaremos
el uso de colonias sobre la piel o el pelo del bebé, optando por aplicarla
sobre la ropa.
En cuanto al
lavado del cabello, se aconseja un uso de champú limitado a unas tres veces por
semana, ya que influye negativamente al aceite
natural producido por el organismo para mantener hidratado y
fuerte a los capilares.
En niños y
niñas más mayores, la limpieza
debe realizarse mediante un suave masaje con las yemas de los dedos, evitando
el uso de las uñas que podrían producir lesiones en el cuero cabelludo. Finalmente,
se llevará a cabo un aclarado con agua abundante hasta eliminar la totalidad del
champú.
En cuanto a
la higiene de las uñas, hay tomar en consideración que éstas retienen bastante
suciedad y que los niños y niñas se las llevan frecuentemente a la boca, por lo
que su limpieza resulta muy importante para evitar la transmisión de gérmenes y
problemas gastrointestinales.
En términos
generales, las uñas de manos y pies se han de mantener cortas y limpias, por lo
que, además de usar agua y jabón, es recomendable usar un cepillo de cerdas
suaves que faciliten su limpieza sin causar daño. Para su corte, utilizaremos
unas tijeras de punta roma, cortando las uñas de las manos de forma redondeada
(siguiendo la línea del dedo) y las uñas de los pies de forma recta, para
evitar la aparición de uñeros.
Cambio de pañales
Durante los primeros años de vida, una de las actividades más repetidas
en cuanto a la higiene personal es el cambio de pañal, por lo que educadoras y
educadores infantiles deben saber cómo realizarlo.
El cambio de pañal se llevará cabo en una zona separada de aula
convenientemente preparada. En relación a los bebés, el cambio se realizará
después de cada ingesta, antes y después de dormir y siempre que se compruebe
que está incómodo y sucio. Según se va creciendo la necesidad de cambio de
pañales será menor, ya que decrece el número de deposiciones.
RECUERDA QUE
Es conveniente que la zona
de cambio de pañal se contigua al aula, con una separación que permita ver lo
que ocurre en el aula (ventanales o mampara)
La metodología que seguiremos para el cambio de pañal es la siguiente:
- Preparar todo el material antes de iniciar el cambio de pañal: cambiador, protector, pañal limpio, toallitas desechables infantiles o recipiente con agua tibia y esponja natural y crema protectora.
- Asegurarnos que la temperatura de la sala está entre los 21 y 24 grados centígrados.
- Como siempre, lavarnos bien las manos con agua y jabón antes de iniciar el proceso. Se recomienda también el uso de guantes de látex.
- Tumbar al bebé boca arriba y retirar la ropa desde la cintura hasta los pies.
- Para retirar el pañal sucio se levantarán los pies del bebé con una mano, de tal forma que se levante la pelvis. Esta acción se repetirá a la hora de poner el pañal limpio.
- Se retirará el pañal sucio y se empezará la limpieza de toda la zona (incluyendo tripa y muslos), siempre de delante hacia atrás en el caso de las niñas (de la vagina al ano) para evitar extender suciedad y bacterias a la zona genital. En el caso de los niños, se pondrá especial cuidado en la zona de los testículos, para que no quede suciedad por los pliegues.
- Una vez limpia la zona se seca adecuadamente, poniendo especial atención a los pliegues de la piel, y se aplica crema protectora por toda la zona. No se recomienda utilizar polvo de talco, ya que reseca la piel.
- Por último, se coloca el pañal limpio. Levantaremos de nuevo los pies del bebé para colocar debajo el pañal, quedando la parte superior a la altura de la cintura del bebé. Después levantaremos la parte delantera del pañal y lo cerraremos con las cintas adhesivas de los laterales, observando que no quede holgado ni apriete en exceso.
- El cambio de pañal es un magnífico momento para favorecer el contacto afectivo entre el bebé y el adulto, así aprovecharemos este momento para hacer caricias, sonreír, hablar, etc.
En las
escuelas infantiles, suele ser la familia quien suministra los pañales, las
toallitas y la crema hidratante, lo que implica una buena comunicación entre
educadoras y educadores y la familia, para evitar que falten estos materiales,
así como mudas limpias de repuesto.
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