"El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices." (Oscar Wilde)

martes, 2 de septiembre de 2014

Enfermedades transmisibles o infecciosas



La mayoría de las enfermedades infecciosas pueden controlarse y, en muchos casos, evitarse. Por este motivo es fundamental que educadoras y educadores reconozcan los síntomas de estas enfermedades, sepan cómo actuar en cada caso y ayuden a impedir el contagio.

La transmisión de una enfermedad se produce a través de un proceso denominado cadena epidemiológica, que consiste en que un agente infeccioso  pasa del lugar donde se encuentra  (reservorio) a un individuo sano (huésped) mediante algún mecanismo de transmisión. 



Enfermedades provocadas por bacterias

Las bacterias, visibles sólo mediante un microscopio electrónico, son organismos unicelulares que segregan toxinas perjudiciales para el cuerpo humano. Las bacterias responsables de enfermedades se llaman patógenas, que son las que generan infecciones. Para su tratamiento se utilizan los antibióticos, que son medicamentos que eliminan las bacterias o impiden su multiplicación. Afortunadamente, gracias a las medidas preventivas como son las vacunas, en nuestro país las enfermedades provocadas por bacterias tienen escasa incidencia.




Enfermedades víricas exantémicas

Los virus son organismos microscópicos que, una vez introducidos en las células, se multiplican rápidamente y provocan enfermedades, especialmente en la infancia. Suele ser el sistema inmunitario quien lucha contra las infecciones virales, por lo que es necesario unas adecuadas políticas de vacunación.

Las enfermedades víricas exantemáticas son aquellas que se manifiestan con exantemas, es decir, con sarpullidos en la piel de color rojizo o púrpura con diferente distribución según cada enfermedad. Normalmente el  exantema aparece después de otros síntomas como la fiebre o el catarro.

La varicela

Es una enfermedad contagiosa muy común entre los dos y los ocho años,  producida por el virus de la varicela-zoster (VVZ) y que se transmite se forma directa de un individuo enfermo a uno sano a través de las secreciones de la nariz y la faringe. Su periodo de incubación suele oscilar entre las dos y las tres semanas.



 
El sarampión

Enfermedad vírica, muy común en la infancia, que se contagia de forma directa a través de las partículas de la saliva. Los primeros síntomas suelen aparecer durante la segunda semana después de la exposición y el tiempo de contagio dura desde los primeros síntomas hasta la desaparición de las manchas.
Los primeros síntomas son catarro, fiebre alta, enrojecimiento de las conjuntivas, secreciones nasales y tos seca. Después aparecerá una erupción roja que comienza detrás de las orejas y se extenderá por la cara, las extremidades y el tronco. El sarpullido se caracteriza por una erupción roja de pequeños granos con un ligero relieve. Conforme transcurre la enfermedad el tono del sarpullido se irá oscureciendo hasta que se seca y descama.

El exantema súbito

Conocido también como roséola infantil o sexta enfermedad, se contagia a través de la saliva, los estornudos o el aliento. En una enfermedad muy frecuente, aunque afecta solamente a niños y niñas menores de tres años. Su periodo de incubación oscila entre los cinco días y las dos semanas y el contagio se suele producir entre los dos días anteriores al sarpullido y lo dos posteriores a su desaparición.

La sintomatología del exantema súbito se caracteriza por la presencia de fiebre durante los tres primeros días alta, que si no se controla puede provocar convulsiones. Una vez desaparecida la fiebre aparecen unas manchas pequeñas de color rosado por todo el cuerpo, que pueden durar horas o varios días.

La rubéola

Enfermedad que se contagia a través de la tos y estornudos, aunque en ocasiones pueda hacerlo de forma indirecta a través de objetos o individuos sanos que portan el virus. Su período de incubación oscila entre 14 y 21 días y el riesgo de contagio existe desde antes de la aparición de los primeros síntomas hasta días después de la desaparición del sarpullido.

Los primeros síntomas son fiebre baja, catarro y conjuntivitis leve. Se inflaman los ganglios del cuello Con la rubéola se inflaman los ganglios del cuello y aparecen manchas detrás de las orejas, que luego se irán extendiendo por todo el cuerpo. La erupción suele durar unos tres días y es parecida a la del sarampión, aunque algo menos intensa.


Enfermedades víricas no exantémicas

Son  aquellas causadas por una infección vírica que se manifiestan sin sarpullido en la piel. Algunas de las enfermedades de este grupo tienen gran incidencia en la infancia como el resfriado o la gripe y otras que han sido prácticamente erradicadas gracias a las vacunas como la parotiditis o la poliomielitis.

Principales enfermedades víricas no exantémicas
Resfriado
Enfriamiento, catarro que provoca tos, estornudos, dolor de garganta y en ocasiones fiebre baja.
Gripe
Enfermedad muy contagiosa producida por el virus de la influenza, con un periodo de incubación de dos o tres días. Los síntomas más comunes son: fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, dolor de cabeza, tos persistente, dolor de garganta, rinorrea (goteo de nariz) y decaimiento.
Parotidis
Conocida como paperas, es un proceso inflamatorio de la glándula parótida que cursa con fiebre, pérdida de apetito, dolor en los oídos y dolor de cabeza. Suele desaparecer a las dos semanas.
Hepatitis
Es una infección que provoca la inflamación del hígado, reduciendo la segregación de bilis y alterando las funciones del hígado.
Sida
Sídrome de inmonudeficiencia Adquirida resultante de la infección del VIH, que ataca a las defensas del organismo provocando una vulnerabilidad a sufrir infecciones, tumores, debilidad general, complicaciones neurológicas, etc. La principal forma de transmisión en la infancia es de madre a hijo/a durante el embazo o la lactancia.
Bronquiolitis
Infección del tracto respiratorio muy común en bebés. Se contagia muy fácilmente al estornudar o toser y su periodo de incubación es de 2 a 8 días. Los síntomas más comunes son: dificultad respiratoria con sibilancias y falta de aliento, fiebre, fatiga, tos persistente e intensa, cianosis (si existe falta de oxígeno) e incluso retracción de las costillas.
Neumonía
Sintomatología similar a las neumonías bacterianas.
Gastroenteritis
Inflamación del estómago y el intestino normalmente causada por el rotavirus. Se caracteriza por la aparición brusca de náuseas, diarrea, dolor abdominal, vómitos, fiebre y malestar general. Se puede complicar si aparecen cuadros de deshidratación aguda.
Tabla 6.6. Enfermedades víricas no exantémicas comunes en la infancia
 

Enfermedades infecciosas causadas por parásitos

Los parásitos  son organismos que se alimentan y viven a costa de otros y que en muchos casos generan enfermedades. Ya vimos en el capítulo dedicado a la higiene algunas de estas enfermedades como la candidiasis o la pediculosis. En este punto añadiremos la giardiosis, que es una patología muy común en niños y niñas pequeños/as.

La giardiosis está producida por un parasito llamado Giardia lamblia, muy frecuente en la infancia. La infección se transmite por vía directa, por vía oral a través de agua o alimentos contaminados o por chupar objetos contaminados con heces. Su periodo de incubación oscila entre 7 y 24 días.

Aunque la giardiosis es asintomática en muchos casos, cuando los síntomas aparecen se caracterizan por diarrea líquida que se puede acompañar de náuseas, molestias en el abdomen y falta de apetito. Si no se trata correctamente pueden desarrollarse diarreas persistentes, lo que genera una mala absorción de nutrientes y la consiguiente pérdida de peso. 

RECUERDA QUE
La giardiosis es la causa más común de diarreas en las escuelas infantiles.





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